La jurisdicción penal de nuevo a puerta cerrada.
La reciente decisión de la Plenaria de la Cámara de Representantes sobre volver a la presencialidad respecto a los procesos penales y dejar en la virtualidad las demás ramas del derecho, ha dejado un sinsabor amargo entre los abogados penalistas, fiscales, jueces y, sobre todo, las víctimas.
Y es que esto no es solo un capricho de unos y otros, es un retroceso al desarrollo de las tecnologías aplicadas al derecho, en este caso a favor de la jurisdicción penal. No solo por la celeridad con que se podían llevar a cabo las audiencias desde la virtualidad, sino porque no le generaba costos de traslado de un lugar a otro a las partes y las víctimas podían asistir desde su casa u oficina sin necesidad de verle la cara en una sala de audiencia, a su victimario.
Todo esto no lo pudo vislumbrar la Cámara de Representantes, y en diálogos con La W, el reconocido abogado Francisco Bernate, manifestó que es "un retroceso histórico".
Por supuesto que me sumo a esta postura de quienes deben tomar o adoptar estas decisiones trascendentales para un país inundado de problemas sociales y de inseguridad, pero ante el escenario aprobado toca acatar y esperar que la congestión de la jurisdicción penal no se vuelva una interminable fila que contradiga los postulados de reparación, justicia y verdad.
Adrián Pino Varón, abogado.